Verónica y Julio

Verónica y Julio

Al idealizar una vida perfecta caemos en el dolor y la desesperanza cuando la vida nos llega a presentar situaciones difíciles y de tristeza.
Jesús toma la iniciativa y sale a nuestro encuentro, se hace presente y hace sentirnos amados a través de la calidez de nuestras familias, de nuestros hermanos equipistas y de su palabra, donde encontramos su guía que nos enseña a ser personas buenas y morales.
En la eucaristía reconocemos nuestros pecados, tristezas, aflicciones y falta de fe. Ahí se parte y se comparte el pan de vida que es nuestro señor Jesús y al participar con fe se nos abren los ojos y vemos que Jesús resucitado camina con nosotros, así como fue con los discípulos de Emaús, sentimos que nuestro corazón arde fuertemente.

HR Región México Occidente

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