En nuestro primer año de caminar en los ENS, al igual que a los discípulos de Emaús, nos invadió la confusión y la duda; y en consecuencia la desilusión y el desánimo. Es preciso reconocer, que en esos momentos que creemos nuestra vida se convierte en un laberinto sin salida, Jesús permanece fielmente a nuestro lado, siempre pendiente, siempre dispuesto, siempre amoroso.
HR Región Republicana Dominicana.
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